¡Hola chic@s!

Como ya os comentaba en el anterior post «Cariño, ¡estamos embarazados!», enterarnos de esta nueva noticia fue un sorpresón para nosotros pero no es comparable con la vorágine de sentimientos que nos embriagaron dos días después cuando fuimos al ginecólogo a comprobar que efectivamente estábamos embarazados y todo estaba correctamente… (Normalmente la primera ecografía por la Seguridad Social se hace a las 12 semanas pero yo he decidido llevar mi embarazo también por lo privado y no por nada sino porque soy la más impaciente del mundo 😉 y así podré ver a mi hij@ mucho más)

Ya sabía que estaba embarazada, dos test de embarazo me lo habían confirmado pero fue como si no me lo terminase de creer, como si necesitase esa ecografía para confirmar lo que ya sabía… ¡Y así fue!

Una ecografía y… ¡¡¡ahí estaba mi pequeñin!!!  Era apenas un garbancito pero… ¡¡Ya tenía su corazoncito y su propio latido!! Y es que…. ¡¡¡ya estaba de 5 semanas!!! Verlo fue emotivo pero escucharlo… ¡¡No tengo palabras!! Las lágrimas de emoción brotaron de mis ojos sin que yo pudiera remediarlo.. ¡¡era mi bebe, ahí estaba, latiendo a una velocidad de vértigo, similar a la velocidad a la que latía el mío de la misma emoción! (Bueno en realidad no ya que el corazón de los fetos tiene entre 120 y 160 latidos por minuto).

Es complicado expresar con palabras lo que sentí… 

Por un lado puedo decir que me alegré tremendamente de ser mujer porque aunque el bebé es de los dos… esa sensación de tenerlo dentro, de estar creando vida dentro de mí.. es algo que un hombre jamás podrá sentir.. (al menos de momento.. quien sabe en el futuro… con los avances de la tecnología).. 

Por otro lado sentí una mezcla de sentimientos, a parte de alegría y felicidad también sentí miedo, miedo a lo desconocido, miedo a no ser buena madre, miedo a que algo no salga bien, miedo a no estar a la altura…

Y al mismo tiempo me entraron mil dudas..  La primera… ¿Y ahora qué?  Por eso, con nervios, curiosidad y ante mi completo desconocimiento ante el tema comencé a lanzarle un millón de preguntas al ginecólogo, ¿y ahora qué tengo que hacer? ¿qué puedo y no puedo comer? ¿debo seguir tomando ácido fólico? ¿De cuánto estoy? ¿Qué es eso de la toxoplasmosis? ¿Puedo practicar deporte? ¿Cuáles son las siguientes pruebas que me debo hacer? Estoy completamente segura de que a vosotras os pasó exactamente lo mismo, ¿verdad?

Al día siguiente, que digo al día siguiente.. ese mismo día ya estaba investigando en san Google y comprándome un montón de libros sobre embarazo, libros que por cierto os iré recomendando en los siguientes post por que algunos son muy interesantes y se aprende muchísimo. 

Me gustaría concluir este post contando el principal sentimiento que tuve aquel día.. Fíjate que acababa de descubrir su existencia, que cuatro días antes ni si quiera pensaba que pudiera estar embarazada, fíjate que era solo un pequeño garbancito… pero ya….¡¡ya sentí que le quería, que era parte de mí, que ahí estábamos los dos juntitos preparados para afrontar los nueve meses que nos esperan por delante…!!! Es una sensación maravillosa e indescriptible y estoy segura de que fue la primera de muchas de las que nos quedan por sentir…

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡Síqueme y comparte en redes sociales!
error: Este contenido está protegido